El temporal descubre los restos de una vivienda medieval del islote de San Tomé

                                                                                                                                                      

El temporal de los últimos días ha dejado al descubierto unos restos pétreos junto a la torre de San Sadurniño (Cambados), que según el arqueólogo municipal podrían pertenecer a una antigua vivienda, pues en esa zona existió un asentamiento humano en la Edad Media.

Se trata de una hilera irregular de piedras que estaba oculta por la tierra, y según el arqueólogo en el islote hubo un asentamiento humano rodeado por una muralla de piedra, aunque considera improbable que queden restos de esta última.

El Ayuntamiento de Cambados tuvo constancia de la aparición de estos restos ayer, e indicó al respecto que se va a redactar un proyecto para actuar conjuntamente con la Dirección Xeral de Patrimonio con la intención "de reponer el volumen y proteger los restos destapados", explica el gobierno municipal. En la reposición del volumen se utilizará, según las mismas fuentes, un murete de tierra y arena.

Un hecho similar ya había sucedido en noviembre de 2011, cuando las mareas vivas habían descubierto otros restos pétreos junto a la torre de San Sadurniño. Ya entonces se pensó en la posibilidad de que perteneciesen a antiguas viviendas o a la antigua muralla. Esta última fue, de hecho, la primera hipótesis que manejaron los técnicos.

En este sentido, el grupo local de Anova solicitó ayer que se tomen medidas para poner en valor el entorno de la torre de San Sadurniño. Los nacionalistas consideran que "es urgente realizar trabajos arqueológicos en el entorno de la torre, ya que podrían tener un alto interés histórico, cultural y turístico". Anova plantea que en el islote podría encontrar el núcleo poblacional más antiguo de Cambados, y que se cree que la fortificación fue construida en la segunda mitad del X, como parte de un entramado defensivo del que también formarían parte el castillo de Lobeira o las torres de Oeste, en Catoira.

Anova también critica que no se tomasen medidas restauradoras tras las mareas vivas de 2011 que sacaron al descubierto los restos de lo que entonces se creyó que era una muralla "debido al escaso o nulo interés mostrado por las administraciones, empezando por el propio gobierno municipal del PP". El grupo que dirige Xurxo Charlín considera que esos restos merecen un tratamiento más ambicioso que un simple estudio para taparlos después de nuevo.

En otro orden de cosas, personal del Obradoiro de Emprego estuvo limpiando ayer en el monte de A Pastora, cuya rampa de acceso se ha visto muy dañada por las escorrentías de los últimos días.

Mientras, en Valga las intensas precipitaciones de anteayer por la noche volvieron a crear problemas. Sobre las 24 horas los efectivos de Protección Civil acudieron de nuevo al bar Pirata, situado en la recta de Campaña, para achicar el agua que había entrado en el establecimiento. También a esa hora se inundaron los pasos subterráneos de la vía del tren de A Devesa y O Forno, por lo que hubo que cortarlos al tráfico. El primero de ellos no abrió hasta primera hora de la mañana de ayer, y el otro seguía cerrado a mediodía.

Mientras, en O Grove el personal municipal de emergencias fue a las 9 horas al barrio de Virxe das Mareas, pues el temporal había arrastrado una gran cantidad de arena a la carretera. La limpieza tardó dos horas.