(17 de Enero)
Tal día como hoy en el año:
1966, los habitantes de Palomares, la villa costera de la provincia de Almería, quedaron aterrorizados cuando dos aviones de las fuerzas aéreas estadounidenses chocaron en el cielo.
El accidente del bombardero B-52 y el avión cisterna KC-135 terminó con las vidas de los ocho tripulantes y dejó caer tres bombas de hidrógeno de 70 kilotones sobre la tierra, así como una en el mar.
Mil soldados y expertos fueron enviados de urgencia a la zona para limpiar los debris del accidente sobre Palomares.
Ninguna de las bombas estaba armada, pero el material explosivo de dos de ellas explotó por el impacto, formando cráteres y desparramando plutonio radioactivo sobre los campos. Una tercera bomba aterrizó en el cauce seco del río Almanzora y se recuperó relativamente intacta. La cuarta cayó en el mar, en lugar desconocido.
Tras una extensa búsqueda, fue recuperada. Estados Unidos aceptó y procesó 500 quejas de vecinos de Palomares, cuya salud se vio afectada tras el accidente.
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